“Crueldad endémica extrema”, el sello de la cacería de ballenas de las Islas Faroe

Fuente: EIA “International Environmental Agency” -Agencia Internacional del Medio Ambiente-.

 

Durante tres décadas, la subdirectora de la EIA Jennifer Lonsdale, ha sido la encargada de liderar las campañas de cetáceos. La EIA fue fundada en 1984, solo un mes después de que ella y el co fundador Dave Currey viajaron a las Islas Faroe a documentar y exponer al mundo la mayor matanza de alrededor de 2,000 ballenas piloto.

Aquí, Jennifer nos dice de primera mano sobre lo que ocurre en las Islas Faroe.

Parada en un muelle en las Islas Faroes, observe como un grupo de hombre trabajaban juntos para proveer de comida a la comunidad. Utilizando cuchillos de una belleza tradicional, estaban cortando una ballena piloto. A pesar de mi limitado campo de visión parecería un acto que podría parecer noble, el cual se repite cada año desde hace 400 años, en una comunidad donde el trabajo en conjunto es una prioridad.

Pero mi atención fue llevada hacia otro lado, al nuevo muelle de concreto donde los pedazos de carne de ballena y grasa eran llevados en bolsas de plástico y transportados en autos modernos y camiones. De pronto esta escena me recordó un libro de historia sobre la matanza brutal de ballenas.

 

(c) Environmental Investigation Agency

 

La practica de la matanza de ballenas piloto en las Islas Faroe, de otras ballenas, delfines, marsopas y cualquier cetáceo, es inherentemente cruel.

Los métodos utilizados para matar a las ballenas y las condiciones de la cacería no garantizan que las ballenas pierdan la conciencia y mueran después de la primera herida. Si un grupo de ballenas es divisado a lo lejos, el shérif otorga el permiso necesario para que sean traídas a bahías autorizadas.

Se utilizan varios botes para acorralarlas para llevarlas a la orilla con la tripulación golpeando en la orilla de los botes para moverlas. Cuando el grupo se acerca a la orilla, las Lanchas aumentan la velocidad para llevarlas a aguas poco profundas. Aprovechando la marea y que las olas ceden, entonces las Ballenas quedan varadas. Frecuentemente algunas se quedan en las aguas mas profundas perdiendo a su grupo.

Un cuchillo de 16 cm es utilizado para cortar a la ballena desde detrás de su orifico de respiración a lo largo de la columna vertebral, dañando la arteria principal del cerebro para inducir a la perdida de conciencia y la muerte.

 

(c) Environmental Investigation Agency

 

Recientemente, se esta introduciendo un gancho con orilla redondeada y se esta desarrollando un nuevo tipo de cuchilla. El gancho es introducido en el orificio de respiración para sostener a la ballena. No esta claro como estos nuevos aditamentos están siendo utilizados en lugar del cuchillo y gancho tradicionales.

La carne y la grasa de ballena son distribuidos libremente entre la gente de la comunidad, utilizando la fórmula tradicional. La gente también puede vender en los mercados locales.

Históricamente, la carne y grasa de ballena era importante para la supervivencia de la comunidad de Faroe, ya que esta comunidad tenía difíciles condiciones para la agricultura. Pero hoy en día, ellos disfrutan de autonomía concedida por el Reino Danés por lo que disfrutan de una calidad de vida alta como Dinamarca.

(c) Environmental Investigation Agency

 

A pesar de 30 años de resistencia internacional a la cacería de ballenas en las Islas Faroe, el gobierno no ha hecho nada por terminarla.

La EIA ha documentado varias cacerías como de extrema crueldad, y aunque la presión al gobierno por parte de La Comisión Internacional ballenera y El Parlamento Europeo entre otros, logró ciertos mejoramientos en la cacería para eliminar el peor sufrimiento, la cacería continua siendo inherentemente cruel.

El riesgo a la salud de los isleños también es una preocupación; en Noviembre del 2008, el Dr. Pal Weihe, Médico en jefe de las Faroes, emitió un comunicado en el que no recomendaba el consumo de la carne de ballena piloto, debido a la gran cantidad de contaminantes encontrados en la carne y grasa de ballena. A pesar de esto, el gobierno de las Islas Faroe sólo recomendó que se limitara el consumo pero no hubo restricción alguna en el número de ballenas asesinadas.

 

(c) Environmental Investigation Agency

 

A pesar de la preocupación internacional acerca de la crueldad de la cacería de ballenas en las Islas Faroe, no hay ninguna medida que sea efectiva para reducir el sufrimiento impuesto a las ballenas. Hay demasiados factores existentes para asegurar un método que garantizara eliminar el stress y ansiedad prolongados, o que garantice una muerte rápida después de la primera herida.

Con lo humanos y las ballenas sufriendo por los impactos de la contaminación de los océanos, ya es hora que la comunidad de las Islas Faroe recompense y celebre a las ballenas por su contribución histórica a la supervivencia de los isleños, y terminen con esta matanza.

 

 

 

 

 

 

 

 

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